Getafe prosigue a la cabeza de la rehabilitación y la mejora de la eficacia energética en el país, prueba de ello son proyectos como ‘EPIU Hogares Saludables’; las ayudas municipales para el cambio de calderas, ventanas y envolventes; asimismo para la instalación de ascensores; como la puesta en marcha de comunidades energéticas.
En esta estrategia de futuro, la alcade de Getafe, Sara Hernández, ha firmado un acuerdo con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, por el que la urbe recibe otros dos.600.000 euros para la rehabilitación de residencias. Se trata una vez más de Fondos Europeos en el Plan de Restauración, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
Como explica la alcade, “Getafe es un caso de la apuesta por la rehabilitación y la eficacia, por el hecho de que somos conscientes que el bienestar de nuestros vecinos empieza en sus residencias. Merced a estas ayudas lograremos prosperar aún más la calidad de vida en la urbe y continuar trabajando en un futuro lleno de oportunidades”.
Por su parte, la ministra de Agenda Urbana, explicó a lo largo del acto de la firma que el Gobierno de España está comprometido en aplicar políticas públicas sobre los distritos ya construidos, para hacerlos más afables y resilientes. Para esto apoyan proyectos como el de Getafe para progresar la eficacia energética y el ahorro de las familias, sumando además de esto un instrumento más para batallar contra los efectos del cambio climático, tan notables las últimas semanas en este país.
Estos dos.600.000 de euros de Fondos Europeos para rehabilitar distritos son solo el principio, pues engloban una primera fase de La Alhóndiga y Las Margaritas que va a poder ampliarse una vez concluida. Además de esto, el Gobierno Municipal ha presentado un proyecto afín para rehabilitar residencias en el distrito de Juan de la Cierva, cuya resolución se va a conocer en los próximos meses.
Entre los aspectos más señalados de estas ayudas, que completarán la inversión de las comunidades de vecinos, se halla la posibilidad de emplear estos fondos para la retirada de amianto en edificios particulares, como la mejora energética que dejará reducir el consumo de energía tanto de calefacción como de refrigeración en un treinta y cinco por ciento anual.

